Cuando faltaban pocas horas para que se cumpliera el plazo de dos días que impuso el Tribunal de Bogotá, el expresidente y senador Álvaro Uribe se retractó de haber llamado “violador de niños” al periodista Daniel Samper Ospina.

“A pesar de mi desacuerdo y por el respeto que debo a la administración de justicia acato el fallo del Tribunal de Bogotá. En consecuencia, como me exige la justicia, corrijo que no es violador de niños. Nunca quise acusarlo de violación física o sexual de niños”, dijo el senador desde un evento sobre empleo que organizó el Centro Democrático en la ciudad de Barranquilla.

Además, Uribe aceptó que “jurídicamente, según criterio de autoridad, no se ha configurado pornografía infantil”, delito del que acusó a Samper Ospina a través de su cuenta de Twitter.

El expresidente se vio obligado a retractarse después de que un fallo del Tribunal de Bogotá favoreciera la tutela de Daniel Samper Ospina, quien pidió resarcir su derecho al buen nombre.

Este es el trino del 14 de julio de este año, que Uribe no ha borrado a pesar de la polémica que desató:

Uribe insiste en que Samper violó los derechos de los niños

Inmediatamente después de hacer pública su retractación, Álvaro Uribe insistió en que la columna de Daniel Samper en la revista Semana sobre Paloma Valencia y su hija viola los derechos de la menor.

“Constitucionalmente, artículo 44, ningún derecho está por encima de la obligación de respetar a los niños. Tan grave es el maltrato físico, la violación sexual, el abuso sicológico o la humillación. La referencia en sátira a una niña recién nacida, al asociar su nombre a una droga ilícita, no es asunto de poca monta”, dijo el senador.

Uribe agregó que la publicación de fotografías de menores de edad en la revista Soho cuando Daniel Samper era director “estimula el relajamiento en el respeto a sus derechos, ya con el antecedente grave de haber dejado sin adecuada sanción el secuestro de centenares de niños por Farc”.

El expresidente insistió en que las burlas de Samper sobre los defectos físicos de las personas en sus columnas humorísticas “son inaceptables” y criticó los escritos “que afectan a una región al extender a sus habitantes los delitos que a mí me señalan”.

“Mis referencias han sido dirigidas no a un célebre humorista sino a un político enrabiado, que ha dedicado parte importante de sus escritos a difamar a mi familia y a mi persona”, dijo Uribe.

No es la primera vez que el senador del Centro Democrático tiene que retractarse por declaraciones que afectan el buen nombre de otras personas.

El año pasado, Uribe sugirió que el Canal Capital fue un aliado del terrorismo cuando Hollam Morris, actual concejal de Bogotá, fue su director. Los políticos lograron hacer las paces en plena audiencia en la Corte Suprema de Justicia.

En mayo de este año, también en la Corte Suprema, Uribe se retractó y pidió perdón a las madres de Soacha por haber dicho cuando era presidente de la República -y luego en 2015 a través de Twitter- que sus hijos estaban involucrados en actividades ilegales, cuando en realidad eran “falsos positivos”.

FUENTE: EL COLOMBIANO

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