En la mañana de este jueves se produjo el ingreso a las celdas transitorias de la cárcel El Buen Pastor de Bertha Cecilia Rueda Bossa, la exesposa del asesinado empresario, propietario de la cadena de negocios Surtifruver.

Rueda fue enviada por un juez de la República a un establecimiento carcelario, atendiendo la solicitud de la Fiscalía, que consideró que la mujer, acusada de haber participado en el homicidio del padre de sus tres hijos, Alonso Orjuela, representa un peligro para la investigación.

La viuda llegó al establecimiento, ubicado en el norte de Bogotá, con pocas pertenencias. Un testigo que observó su arribó le dijo a EL TIEMPO que estuvo muy tranquila durante el protocolo de ingreso y reseña.

“Soy inocente y lo vamos a demostrar”, repitió mientras daba sus primeros pasos después del gigantesco portón de color azul.

A Bertha Cecilia la llevan a la cárcel después de la declaración que dio el pasado 19 de octubre Mauricio Parra Rodríguez –señalado testaferro de las Farc, a quien los guerrilleros le apodan ‘el Quesero’–,  dijo que “no tenía por qué guardarle secretos a nadie” y acusó a Cecilia de haber organizado el plan criminal que culminó con el asesinato del empresario de frutas y legumbres. Parra Rodríguez está en un patio de la Cárcel La Modelo de Bogotá.

En la audiencia de judicialización de Parra Rodríguez, el juez del caso aseguró que el homicidio había sido planeado por él y que había cumplido una orden de uno de los jefes guerrilleros, ya desmovilizados. Dijo el delegado fiscal que al comerciante le habían tendido una trampa, le pusieron como señuelo a una mujer apodada ‘la Paisa’ que le envió un mensaje por Whatsapp a Orjujela, con lo que se estableció una conversación entre ambos y que culminó en una cita a ciegas.

En cumplimiento de este planeado encuentro fue que Orjuela encontró la noche del 20 de octubre del año pasado su muerte.  A la cita no llegó la guerrillera, llegaron dos sicarios. Ocurrió en la Autopista Norte con calle 178, en donde el empresario fue víctima de tres impactos de bala.

Sin embargo, los recientes señalamientos desvió el sentido de las indagaciones, en el que no solo hubo un móvil económico sino también de celos.

Es así como en las últimas horas la Fiscalía le añadió otro capítulo al grueso expediente, al recibir las declaraciones de alias el Quesero, y de un exguerrillero. Este último aseguró que escuchó una conversación en la que se decía que familiares de la víctima estarían involucrados en el homicidio.

Por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas Cecilia Rueda se expone a una pena de 40 años de cárcel. La detenida, en la audiencia, negó todos los cargos que le impuso la Fiscalía. 

ELTIEMPO

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