El presidente del Consejo Municipal de Cultura, Pedro Miguel Pimienta, solicitó a través del Concejo municipal hacer parte de las políticas en ese sentido con el gobierno para lo cual radicó un documento a finales del año pasado y que según el Funcionario, los cabildantes han podido leer o no tienen conocimiento del mismo.
Para el vocero cultural el Concejo municipal es el más indicado para mediar y defender los aspectos culturales de los ciudadanos, por lo que les solicitó su concurso para dar vía libre a estos procesos participativos.
El documento contiene aspectos de particular interés para la cultura que se iniciaron en el país en el año 91 (el mismo que ya se conoce en el mundo hace 53 años), cuyo meollo es una ley de cultura que data desde hace 21 años y que aun en Maicao no ha comenzado.
Según Pimienta, con esta ley, se busca respaldar a la administración local desde el Consejo Municipal de cultura a través de los recursos nacionales y territoriales.
Asegura el vocero cultural que si las políticas culturales no son consultadas con el ente que el orienta y no son plasmadas en consenso con los miembros de dicho comité el Estado no facilita los recursos al municipio para dichos procesos, y cito la Constitución Nacional recordando que Colombia es un país descentralizado, por lo que el Consejo Municipal de Cultura, es la instancia en la ciudad.
“Si las cosas culturales no son concertadas con nosotros, el municipio puede tener sus propuestas muy bien decoradas, pero la nación no le apuesta al municipio en temas de cultura”, aseguró Pimienta quien dijo además que a nivel nacional existen billones de pesos para la cultura de los municipios, pero que se requiere fortalecer los consejos de ese orden para que pueda haber desarrollo en tal sentido, pero en coordinación con los concejos y las administraciones.
Dijo de otro lado que a través de un derecho de petición dirigido al Concejo local solicitó se abran las puertas de esta iniciativa para seguir profundizando en el tema, advirtiendo que no prestarle atención al asunto, podría tener repercusiones jurídicas muy serias y delicadas, que afectarían el fomento cultural de la ciudad.
LAGURAJIRAHOY