Pablo Escobar, era coleccionista de carros.
Fue así como comenzó a adquirir autos de diferentes estilos, pues no todos eran de lujo.
Pablo Escobar Gaviria tenía un Renault y un Toyota, pero entre su colección más preciada tenía Porches, Cadillacs y otros clásicos, esos con los que sueñan los coleccionistas natos.
Sin embargo, la mayoría de esta colección se convirtió en cenizas, el día en que unos hombres encapuchados y fuertemente armados, accionaron una carga explosiva contra la puerta del inmueble en el que estaban resguardados varios vehículos de Escobar.
Para aquel entonces, autoridades dijeron que seis Rolls Royce, dos Mercedes Benz deportivo, una limosina, un Porshe y uno de tracción animal, fueron destruidos en el voraz incendio, así como otros más.
Un Cadillac Fleetwood, modelo 1947, propiedad de Pablo Escobar, se salvó de ese incendio.
Vehículo por el que sentía especial afecto, ya que en una oportunidad, se encontraba en su Cadillac y sin previo aviso, se le disparó el arma que siempre lo acompañaba. Por tratarse de un vehículo tan macizo y grueso, no lo atravesó y casi se le devuelve el disparo. Le atravesó el pantalón cuando rebotó.
Y así, como muchas personas que idolatraban al paisa más famoso de la historia de Colombia, su Cadillac recibió el disparo por él, salvándole la vida.
El Cadillac, permanece intacto y solamente tiene un disparo en el guardabarros.