Aristóteles, filósofo griego , escribió para su hijo Ética a Nicómaco, una guía para vivir una vida basada en la ética, la virtud, la moral y relaciones humanas sanas.
En la obra hay una frase que ha trascendido hasta nuestros tiempos: Una hirundo non fácit ver, “Una golondrina no hace verano”. La usó para ilustrar la idea de que un ejemplo no es suficiente para establecer una verdad universal o una conclusión general. Hoy se sigue usando esta paremia.
Muchos políticos hablan de la geotermia como fuente renovable de energía y a renglón seguido nos retan, con afán de erudición y sabiduría, a que aprendamos del caso de Islandia. La isla tiene energía limpia y renovable gracias a su situación geográfica y a su geología, que proveen recursos hidrotérmicos y geotérmicos. Ubicada en la dorsal Reykjanes, es uno de las zonas, tectónicamente, más activa del mundo. Sus más de 200 volcanes, 600 manantiales de agua caliente y unos 20 campos de alta temperatura de vapor, le permiten aprovechar la energía geotérmica para múltiples usos, desde calentar casas hasta piscinas. Pioneros en el uso de la energía geotérmica para entibiar interiores, calientan el 90 % de sus hogares con agua geotérmica, que hirviente, limpia y asequible, les llega a través de tuberías. Pero ya al hablar de generación de la energía eléctrica que necesitan, (3.2 Gw), un 70% se obtiene con base en hidroeléctricas. Igual porcentaje que en Colombia, pero cuya necesidad es 5 veces mayor (18 Gw). Usan combustibles fósiles, los que muchos quieren convertir en anatema, 100% importados, para cocción y transporte, ya que sus barcos, aviones y carros funcionan con energía convencional. Además, antes de emprender una defensa a ciegas del modelo islandés, hay que conocer datos relevantes. Su área geográfica es 103.000 Km cuadrados, 9% de la de nuestro país, su población no alcanza los 400.000 habitantes, ni el 1% de la nuestra, y más del 64 % vive concentrada en su área metropolitana. La actividad pesquera genera el 45% de las exportaciones, el PIB per cápita muestra su nivel de vida, 75.610 €/año, 10 en el ranking mundial y también entre los 10 primeros en igualdad en la distribución de la riqueza. El PIB per cápita de Colombia es de 6.514 €/año, nada mal, pero en promedio, porque somos uno de los 20 países con mayor desigualdad del mundo. Estamos comparando entonces un país rico, con posición geográfica privilegiada y con una infraestructura “a escala”, con países que no tienen esas ventajas, lo que impide afirmar, hasta probar lo contrario, que la geotermia, como fuente de energía, cumple con todas las premisas del trilema energético (energía confiable, asequible y sostenible ambientalmente).
No menospreciamos el modelo islandés, destacable sin dudas, pero la isla goza del entorno perfecto para usarse como test de opciones de energía renovable. En su caso, la infraestructura necesaria para la transición energética sería de pequeña escala. Islandia es a la energía lo que Disneylandia es al esparcimiento.
Aristóteles nos instaría a no sacar conclusiones apresuradas con base en ese caso, diciéndonos que una hirundo non fácit ver.